Cuidado de la piel de los niños y efectos del agua dura o blanda

Esta entrada se ha elaborado en colaboración con Beatrice Jansohn.

No resulta necesario indicar que la piel de los bebés es muy sensible y nunca debe tratarse con cosméticos ni pomadas de adultos. Por norma general, el bebé solo se baña en agua o leche materna y, llegado el momento, se pueden utilizar productos especiales para el cuidado de los más pequeños (los cosméticos más naturales posibles).

Pero no debe descuidarse a los niños más grandes en términos de cuidado de la piel, porque incluso esta piel requiere cuidados y protección.

La piel de los niños requiere cuidados

En primer lugar, la piel de los niños no debe lavarse diaria­mente con jabones o champús. Basta con agua limpia.

El baño rela­jante o la ducha de limpieza resultan inevi­ta­bles tras pasarse todo el día corre­teando, revol­cán­dose en el barro o jugando a la pelota con amigos en el jardín. En el caso de los niños, al agua se debe añadir un aditivo con sustan­cias nutri­tivas y humec­tantes o un gel de ducha suave. Sin embargo, menos es más.

El baño no debe durar dema­siado para que la piel no se reseque. Después del baño o la ducha, seque bien a los niños frotando suave­mente, sin "restregar".

Posteriormente, se requiere una buena crema hidratante para preservar la humedad natural de la delicada piel del niño. Como hemos dicho, si se deben aplicar determinados productos sobre la piel del niño, se recomienda consultar a un médico o pediatra en caso de duda.

No se debe descuidar el cuidado de la piel de los niños fuera del baño, de hecho, es un cuidado fundamental. Es importante utilizar un factor de protección solar elevado en exteriores y no solo cuando se toma el sol. Los padres siempre debemos llevar un protector solar en el bolsillo.

Lamentablemente, la piel de los niños puede secarse rápidamente, por lo que se debe cuidar de forma adecuada o, de lo contrario, podrán penetrar gérmenes y dañar el organismo.

Los efectos del agua dura o blanda en la piel de los niños

No solo el cuidado adecuado es importante para la piel de los niños, sino que la dureza del agua también desempeña un papel importante.

Puede comprobar la dureza del agua en casa con tiras de prueba especiales. Cuanto mayor sea la proporción de sustancias formadoras de dureza, más dura será. Esto significa que el agua contiene mucha cal.

En el caso de agua dura, el jabón o el gel de ducha no puede liberar bien su eficacia, por lo que el efecto tarda en actuar. Lamen­ta­ble­mente, el agua dura y calcárea combi­nada con jabón forma sales inso­lu­bles que perma­necen en la piel y el cabello. Esto afecta nega­ti­va­mente el engrase de la piel y la vuelve más áspera. Eso es exac­ta­mente lo que queremos evitar en la piel de los niños.

En el caso de agua blanda, este efecto desagra­dable se reduce, por lo que la ducha con agua blanda es ideal para pieles sensi­bles. Por suerte, es posible disfrutar de agua blanda direc­ta­mente del grifo incluso en regiones de aguas duras, gracias a un sistema de agua blanda. En BWT, los sistemas de agua blanda reciben el nombre de sistemas de agua perla. Además, garan­tizan la mejor forma del agua, ya que el agua dura se convierte en agua perla sedosa mediante un proceso de inter­cambio iónico.

Se recomienda tratar la piel de los niños con agua blanda porque, cuanto menos cal tenga el agua, menos cal queda en el cuerpo. Así, el cuerpo asimila mejor los productos de belleza, incluso en pequeñas cantidades. El agua perla de BWT se usa como un verdadero producto de belleza, no solo para los más pequeños...